De las cosas que más nos gustan de la iniciativa ciudadana #okupasmotorizados es el contacto que llegamos a tener con los distintos colaboradores de la misma.
En muchos casos, además del envío de fotos nos cuentan cosas de su día a día o de la persona que es titular de la tarjeta y, en ocasiones, las dificultades que se encuentran diariamente.
Esta misma semana, una colaboradora habitual, nos comentaba que iba a echar de menos los envíos de fotos. Es francesa pero pasa sus vacaciones en Navarra y, en breve, regresa a tierras galas. Seguro que por allí, afortunadamente, las ocasiones de sorprender a uno de los okupas motorizados son mínimas ya que en Francia se respetan mucho más las plazas reservadas que por estos lares.
De todas formas, nos prometió que nos seguiría en la distancia. Desde aquí le agradecemos su colaboración a la causa a través de las fotos. Como a todos los colaboradores, nunca nos cansaremos de dar las gracias por su esfuerzo y dedicación.
La semana pasada, otro de los colaboradores habituales, nos mandaba una foto que había sido tomada por su hija de 13 años. Suponemos que a ella, no le cabrá en la cabeza que pueda haber personas que se comporten así. Personajes sin escrúpulos que no respetan los derechos de las personas con discapacidad. Gente que no tiene problema de movilidad alguno, cuya empatía está bajo mínimos y no dudan en hacer aún más difícil la vida a las personas con movilidad reducida.
Incluso nos atrevemos a pensar que, cuando su padre le hubiera contado la puesta en marcha de esta inciativa, ella no creyera que hubiera gente así. Lo que más nos gustaría es que, cuando sea mayor, hablara de esta iniciativa como algo pretérito gracias a que las nuevas generaciones fuesen más respetuosas que las actuales. Sería una buena noticia que hubiera muchos más linces ibéricos, por ejemplo, que okupas motorizados. Que estos ya fueran una especie extinguida y solo un triste recuerdo del pasado.
De todas las frases de ánimo y agradecimiento que recibimos casi a diario, vamos a destacar la que nos dijo el padre de la joven fotógrafa: «Gracias por ayudarme a educarla»
Bonito y totalmente de acuerdo.
Con esta iniciativa podemos observar tanto a la gente más egoista como a personas super generosas.
A ver si como dices, la sociedad se encamina hacia un lugar con cada vez menos egoistas.
Un beso!
Muchas gracias Amaia por tus palabras. Un beso!
Muy bueno. Lamentablemente, tengo que decir que estando en Francia también he visto varios #okupasmotorizados. Así que, cómo algo positivo, va a poder seguir educando a su hija
Siempre tenemos que mirar el lado positivo de las cosas Luis. Gracias.