Una colaboradora habitual nos recuerda que el coche del que hablábamos el pasado viernes, apareció un día más tarde en Mendillorri.
Se trataba de ese #okupamotorizado que, como si su tarjeta fuera un tesoro, colocaba a un león -de peluche- que estratégicamente dispuesto impedía su lectura en una calle de la zona de Ezkaba.
Como comentamos, algo tendría que ocultar porque el resto de titulares de esa tarjeta no tenemos ningún problema en colocarla de forma que la policía, por ejemplo, compruebe que se trata de una tarjeta válida y vigente.
Ese día, el 28 de abril, había elecciones generales y el coche estaba aparcado en una plaza reservada para personas con discapacidad cerca del colegio electoral. Se ve que esta persona confundió el voto secreto con la tarjeta secreta. El voto es secreto e incluso en los colegios electorales dispones de cabinas en las que puedes seleccionar la papeleta correspondiente sin ser visto. Parece que lo que realmente invade la intimidad de esta persona es que podamos ver la tarjeta de aparcamiento y por eso la seguía ocultando con el peluche.
Aprovechamos para recordar a los titulares de las tarjeta que la coloquen de forma visible y que, por favor, presten atención a la fecha de caducidad.
Aparte de otras muchas más cosas, estas dos, que esté visible y actualizada, nos diferencian de los #okupasmotorizados. Realmente solo tenemos en común que tenemos una tarjeta azul para aparcar en el coche.
La nuestra es legal y la suya no.
El rey leon
Rey y guardián de la tarjeta. 😉