Se producen en demasiadas ocasiones incidentes con los okupas motorizados. Debemos no intentar enfrentarnos a estos personajes carentes del más mínimo atisbo de educación. Lo mejor es llamar a la policía correspondiente cuando seamos testigos de alguna infracción relacionada con plazas o tarjetas de aparcamiento reservadas para personas con discapacidad.

Lo que no tiene que poder ser es lo que ocurrió ayer con un enfrentamiento entre dos personas que en su familia cuentan con titulares de tarjeta. Todo ocurrió porque una de ellas no colocó la tarjeta estando ocupando una plaza pmr. Uno de nuestros colaboradores fotografió dicho vehículo y ahí empezó la discusión. Eso es lo que no puede ser.

Como siempre decimos, disponer de una tarjeta conlleva derechos y obligaciones. Entre las obigaciones, utilizarla solo en presencia del titular, colocarla de manera visible desde el exterior y mantenerla actualizada. En el caso que nos ocupa ni siquiera había sido colocada la tarjeta por lo que, a simple vista, podía tratarse de uno de los okupas motorizados como desgraciadamente nos encontramos a diario.

Si esta iniciativa ciudadana ha ido consiguiendo logros ha sido gracias a todas las personas que colaboran -480 hasta la fecha- ya que sin ellas nada de esto hubiera sido posible.

Así que, por favor, sigamos unidos ya que esas casi 500 personas tienen el mismo objetivo: el respeto de plazas y tarjetas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida.

Muchas gracias por vuestra colaboración.

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