Todos hemos sido jóvenes.

Todos hemos salido por la noche.

Todos hemos hecho «gracias».

La foto de este fin de semana en Alsasua no tiene ninguna gracia.

La persona que arrancó una señal de una plaza de aparcamiento reservada para personas con discapacidad y la arrojó a un contenedor suponemos que al día siguiente ni se acordaría de su fechoría.

Afortunadamente uno de los agentes de Policía Municipal de esa localidad la recogió y la llevó al ayuntamiento al día siguiente para su correcta colocación. ¡Muchas gracias!

A esas horas la persona que se dedica a arrancar señales seguiría durmiendo seguramente.

Por si no lo sabe y nadie se lo ha dicho: que sepas que lo que hiciste no tiene ninguna gracia.

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