En muchas ocasiones somos solidarios con personas que se encuentran a miles de kilómetros de distancia. La mayoría de las veces, seguramente, por una causa más que justa. ¿Quién no colabora apadrinando menores de África o Asia? Y si con ese gesto conseguimos que la vida de esa persona sea algo mejor, el objetivo está más que cumplido y la acción es digna de elogio. Pero, a menudo, olvidamos que más cerca de lo que creemos, también hay gente con la que podemos colaborar o mostrar nuestra solidaridad.

Esta entrada viene al hilo de lo que ha sucedido esta misma tarde en Pamplona-Iruñea, en la calle Tafalla. Resulta que un vehículo de una ONG que, posiblemente haga una labor encomiable, aparcaba en una plaza reservada para personas con discapacidad. En dicho vehículo se podía leer «Solidarios en los cinco continentes» «Por amor a Dios y al prójimo»

Hemos podido comprobar que con quienes no son nada solidarios son las personas con discapacidad más cercanas. Que yo sepa aunque no seamos atletas de élite también seremos «el prójimo». Nunca tiene justificación aparcar sin tarjeta en una plaza reservada pero es que, además, en este caso había plazas libres justo al lado.

De hecho, el coche de la Policia Municipal, que ha acudido gracias a la llamada de uno de nuestros colaboradores, ha aparcado sin ningún problema antes de proceder a multarle.

Incluso antes de ponerle la multa, le han invitado al conductor a mover el vehículo y a aparcar de forma correcta.

El objetivo de la iniciativa ciudadana #okupasmotorizados es sensibilizar y concienciar acerca de la utilización correcta de las plazas PMR. Nuestro objetivo no es la multa pero vemos que hay gente que, hasta que no le tocan el bolsillo, no cambia sus hábitos de comportamiento.

Nos gustaría que con nuestra ciudad, ya que se encuentra en uno de esos cinco continentes, también sea la gente solidaria. Y más si se trata de un colectivo vulnerable como es el de la discapacidad.

¿Tanto os cuesta respetar nuestras plazas de aparcamiento?