– ¡¡SIIIIIIIIIII!! ¡¡YOOOOO!! ¡¡SIIIIIIIII!!

Saltos, abrazos, besos…. Alegría. Ilusión. El cielo está gris, pero eso no nos impide salir. Preparamos abrigos, paraguas ‘porsiaca’, la mochila con extras, la cartera, la llave de la furgo, las sillas de ruedas, pasar antes por el baño… Que falta uno… Ays! Que ha vuelto a por el abrigo. Ya está aquí. Entre jolgorio, achuchones, emoción.

¡Estamos! ¡A la furgo! Rampa-escalón, plataforma…. Sillas… Subimos un pie, luego otro… Siguiente… Anclajes, cinturones…

– ¿Tod@s bien? ¿Preparad@s?

– ¡SIIIIIII!

Listos, ya! Movimiento. En marcha. Ahora a relajarse que nos podemos distraer y no nos apetece. Nos apetece ver la Exposición y dar una vuelta.

Tralariiiii, Tralaraaaa… Que no podemos aparcar. Okupado. Comienza a llover. Okupado. El cielo casi negro. Empieza a granizar. Okupado. El cielo está okupado. Y las dos plazas más cercanas, también.

La zona azul a tope y es que con la furgo… Se sale un montón. No podemos aparcar ahí. ¿Habrá que ir al Parking? ¿Plaza del Castillo? ¿Audiencia? Con lo que llueve, allá lejos… y encima igual no entra de altura, que ya nos ha pasado.

Se nos va. Ya no nos da tiempo…. Última intentona donde La Ciudadela.

– Ay! Mira! Alguien va hacia la plaza! Va a montarse en el coche…

– Perdonad, lo he dejado aquí un momento para…; Sólo 5 minutos para…; Un entrar y salir para…: Para.

Ya no llueve y el sol se asoma. Empieza de nuevo el jolgorio. La alegría. Por esa pequeña excursión, exposición, paseo, tomar algo. Pequeñas grandes cosas cotidianas.

De nuevo cinturones, anclajes, rampas, plataformas, primero un pie, después el otro… y… FELICIDAD.

Hoy soy yo quien conduce la furgoneta pero quizás mañana… mañana puede que llueva. Pero de nuevo saldrá el sol.

¡Muchas gracias! Por entender que un pequeño momento, es un pequeño gran momento para otra persona.

Gracias, de corazón. Porque es una pequeña gran muestra de amor.

Edurne Ansoáin

Atención Sociosanitaria en Residencia a personas con discapacidad intelectual moderada, severa y profunda.