Los diecisiete meses que llevamos de actividad en la iniciativa ciudadana #OkupasMotorizados nos conceden cierto recorrido en la materia.
Ya pensábamos que habíamos visto de todo. No vamos a enumerar los casos más sorprendentes pero las personas que nos seguís ya los conocéis.
Pues bien, ayer fuimos testigos de uno de los sucesos más insólitos.
Todos somos conscientes de lo que está suponiendo el estado de alarma en términos de salud y economía. En el caso concreto de la hostelería han sido y serán tiempos difíciles. Por ello la ampliación de las terrazas de bares y cafeterías se ha convertido en una pequeña tabla de salvación ante la imposibilidad de utilizar la barra y con la reducción del aforo en el interior. Lógicamente los ayuntamientos están siendo permisivos a la hora de otorgar los correspondientes permisos y están siendo generosos a la hora de cobrar las tasas correspondientes. También hay casos en los que esa ampliación de las terrazas puede privar de ciertos espacios a la ciudadanía. Seguro que con respeto entre toda la sociedad se puede mantener el equilibrio.
Ayer vimos en Twitter en la cuenta @RayaTerrazas una de las fotos más sorprendentes en estos diecisiete meses. Resulta que en Palma un bar decidió aumentar el espacio dedicado a la terraza a costa de plantar sillas y mesas en una plaza de aparcamiento reservada para personas con discapacidad o PMR. Para completar esta hazaña no se les ocurrió una cosa mejor que tapar la señal con una bolsa de plástico negra. Viva la solidaridad y la empatía y abajo el egoísmo. ¿Cómo puede ser posible? Mucho se hablaba de lo que íbamos a cambiar como sociedad tras el COVID19. Lo que no imaginábamos es que el cambio podía ser a peor. Pensábamos que bajo el nombre de #OkupasMotorizados englobábamos todas las situaciones de nulo respeto hacia estas plazas pero nos hemos quedado cortos ya que también hay #OkupasSINMotorizar o incluso #SecuestradoresDePlazas.
Qué pena.