El bar restaurante La Hacienda de Mutilva tiene una terraza agradable pero actualmente solo la podríamos recomendar a personas que no tengan movilidad reducida. En su amplio aparcamiento tenían dos plazas PMR. Ahora siguen teniendo pero en el estado que se puede ver en la fotografía. Ya en el primer trimestre del año 2019, con nosotros delante, uno de nuestros colaboradores solicitó al encargado -y no era la primera vez- la correcta señalización de las plazas. Han pasado más de dos años y ni caso. Sin señalización vertical y la horizontal inapreciable. Qué pena.
Lo bueno fue que este viernes, hacía mucho que no íbamos, fuimos a comer y estaba el párking a rebosar pero una de las «plazas PMR» (comillas por el estado) estaba libre. Aparcamos y justo en ese momento un agente de la Policía Foral nos solicitó que le enseñáramos la tarjeta. Nos pareció magnífica su actuación. A las personas que no somos #okupasmotorizados (la gran mayoría de titulares de tarjeta), como no tenemos nada que ocultar, nos encantaría que siempre nos tuviéramos que identificar.
Hace unos meses nos ocurrió una anécdota curiosa. Habíamos quedado con una periodista de ETB para grabar un programa con motivo del segundo aniversario de la iniciativa ciudadana #OkupasMotorizados. Estábamos en una plaza reservada charlando antes de empezar a grabar cuando una furgoneta de la Policía Municipal de Pamplona-Iruñea se paró a nuestra altura y un joven agente nos preguntó por la tarjeta. Le señalamos al parabrisas e incluso le preguntamos si le enseñábamos el DNI. Le agradecimos mucho su acción. Ojalá se hiciera la comprobación siempre que pudieran. A los #okupasmotorizados que hacen uso ilícito de tarjetas se les iba a acabar el chollo.