El pasado fin de semana conversábamos en redes sociales con una persona, al parecer repartidor, que se quejaba de la aparición en nuestras cuentas de una foto de una furgoneta de reparto de panaderías sorprendida in fraganti utilizando una plaza reservada para personas con discapacidad o movilidad reducida.

Solicitaba a los “minúsvalidos” (término que utilizaba aunque ya está en desuso) que respetásemos las zonas de carga y descarga. Son dos situaciones incomparables ya que, por ley, en muchas ciudades , entre las que se encuentra Pamplona, con la tarjeta pmr se permite aparcar en carga y descarga. Algo que no está permitido a los vehículos de reparto en las plazas pmr bajo ningún concepto. Para aparcar en esas plazas se tiene que ser titular de la tarjeta correspondiente. Puede haber alguien que crea que las empresas de reparto si lo pueden hacer porque habitualmente se les ve. No vamos a nombrar ninguna porque, prácticamente todas, aparecen regularmente en nuestras cuentas.

¿Acaso tenemos la culpa de que no hubiera plaza de carga y descarga más cercana? ¿Acaso tenemos la culpa de las dificultades que puede tener un vehículo de reparto en una ciudad? ¿Acaso tenemos la culpa de las rutas y las condiciones de trabajo de las plantillas de esas empresas?

Como siempre, apelaba al breve que tiempo que hacían uso de las plazas pmr. Las personas titulares de tarjeta estamos ya muy cansados del mantra utilizado por los Okupas Motorizados “son solo cinco minutos”. Ni cinco, ni dos ni uno. NO SE PUEDE APARCAR SIN TARJETA. Esta gente que nos priva de un derecho que tenemos las personas con discapacidad, ¿sería capaz de aparcar esos cinco minutos en la puerta de una comisaría de policía o en cualquier vado de un centro oficial? En este caso vamos a responder a la pregunta y la respuesta es “NO”.

Nos invitaba, incluso, a ir con él un par de días. ¿Y si le invitásemos a que probase a buscar una plaza pmr céntrica libre? ¿Y si le invitásemos a desplazarse solo unas horas en una silla de ruedas? ¿Y si le invitásemos a utilizar unas muletas o bastones con un porcentaje alto de discapacidad?

¿Aún puede alguien pensar que nos sentimos personas privilegiadas por tener la tarjeta pmr? Cualquiera con dos dedos de frente sabrá que pagaríamos todo el dinero del mundo si nuestros problemas de movilidad desaparecieran. En esa conversación íbamos a apelar, como último recurso, a la empatía pero esta persona ¿sabría el significado de dicha palabra?

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