Normalmente siempre hay más problema de aparcamiento en las zonas próximas al centro de las ciudades que en los barrios. Además si se trata de barrios de nueva creación la diferencia es aún mayor. Un ejemplo claro lo tenemos en las plazas reservadas para personas con discapacidad. Si se comienza la urbanización de un barrio rara es la manzana en la que no nos encontramos con una de esas plazas. La normativa de cada ciudad lo indicará pero deberá reservarse como mínimo una plaza de aparcamiento por cada cuarenta, para usuarios con discapacidad.
A finales de 2012 se incrementó considerablemente la población del barrio de Lezkairu en Pamplona-Iruñea. En alguna de sus largas avenidas hay bastantes plazas reservadas. Pues bien, tras casi ocho años y el paso de distintas corporaciones seguimos con una señalización inapropiada. En algún caso, existe señalización vertical en mitad de dos plazas cuya señalización horizontal hay veces en las que se distingue el logotipo pero en otras está borroso. Lo mismo ocurre con alguna de las rayas que delimitan dichas plazas.
Ante la duda nosotros no aparcaríamos sin tarjeta pero qué mas quieren los #OkupasMotorizados que aprovechar esta confusión. Ayer sin ir más lejos, uno de nuestros colaboradores nos enviaba tres fotos de la avenida de Cataluña. La primera era uno de esos casos en los que la señalización no es del todo correcta y puede llevar a la duda. Ahora bien, en las otras dos veíamos a okupas «de libro». En una de ellas veíamos la señal en medio de dos plazas y las dos plazas estaban ocupadas por vehículos sin tarjeta. ¿Dónde está aquí la confusión? Y en la tercera aparecía una plaza perfectamente señalizada, tanto vertical como horizontalmente, en la que un coche aparcaba sin tarjeta, seguramente aprovechando también la menor presencia policial que se da en los barrios. Qué les vamos a contar a los vecinos de Mendillorri que comprueban cómo una de estas plazas (c/Señorío de Eransus con c/Concejo de Sagaseta) ha aparecido 267 veces en nuestras redes sociales. ¡Una foto cada dos días durante 19 meses! Aún estamos esperando ver una grúa o una multa en esa plaza que se utiliza para todo menos para lo que es.
Desde nuestra iniciativa ciudadana llevamos meses comunicándolo al servicio del 010 en varias ocasiones. La desidia del Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea en este sentido es preocupante. No se puede achacar a la crisis del covid19 ya que este problema viene de antes. Nos parece una falta de respeto absoluta hacia las personas que formamos el colectivo de la discapacidad. En este caso en concreto formamos parte de la ciudadanía de segunda categoría cuando lo que necesitamos es un mayor apoyo desde las instituciones.
Hace dos semanas, leíamos con cierta envidia, que el Ayuntamiento de Huesca (51,4 M de presupuesto y 53.132 habitantes) impulsaba la gestión telemática de aparcamiento en plazas reservadas para personas con discapacidad. Mientras, el Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea (188 M de presupuesto y 201.653 habitantes) parece no querer invertir si quiera en pintura.
Una ciudad está separada de la otra por 165 km. Tan cerca y tan lejos.