El pasado 7 de agosto aparcaste tu scooter cuya matrícula acaba en JDW en la calle Iturrama de Pamplona-Iruñea.

En lugar de dejarlo en uno de los aparcamientos para motos, lo aparcaste en una plaza reservada para personas con discapacidad.

No fuiste capaz de dirigirte al párking que te correspondía. Había uno diez metros antes. Había otro cincuenta metros después e incluso tenías otro cruzando la calle. Pero no, lo tuviste que dejar en una plaza que no te correspondía.

Date cuenta que mientras aparcaste quizá pasara alguna persona con la tarjeta que le permitía hacerlo. E igual para esa persona no era posible caminar diez o cincuenta metros o cruzar la calle. O si le era posible, le hubiera supuesto un esfuerzo similar al tuyo cuando caminas diez, veinte o más kilómetros.

Cuánto pagaríamos las personas con discapacidad por poder caminar. Seguramente tú no lo valoras porque lo haces de una manera automática y sin tener que pensar en ello.

Por favor, la próxima vez aparca en tu sitio y déjanos el nuestro.

¿Por qué lo hiciste? Con lo bonito que era andar.

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2 Comments:

    • JOSE IGNACIO URABAYEN ARGANDOÑA
    • agosto 18, 2019
    • Reply

    a quien quiera, que ande bien, le cambio mi cuerpo por el suyo y le doy 50.000 €.

      • Juan Larreta
      • agosto 19, 2019
      • Reply

      Con esto de las tarjetas, yo siempre digo lo mismo. Cambio mi tajeta por tus piernas. Saludos Jose Ignacio

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